viernes, 23 de marzo de 2012

Bla

Hay ropa que está maldita.
Cada vez que me la pongo pasa algo malo.
El problema es que es de mi favorita.
Y hoy me la puse.
A sabiendas.
Tenté a a la desgracia.
La desgracia se tentó.
Para cuando empezó el día
ya estaba todo dicho.
Y ahora me siento sin derecho a quejarme.
Por eso hice un gualicho de purificación.
Y ahora me voy a cortar el pelo.
Y dejé por la mitad un libro aburrido.


Se dilatan las pupilas de mi gata.
Creo que quiere decirme algo.
Intenta decir Miau.
Pero no le sale la voz.
Eriza la cola.
Parece un signo de pregunta.
Y entonces recuerdo que el libro aburrido
hablaba de la cola de un gato pareciendo un signo de pregunta.

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